El 27 de febrero de 1965 quedó grabado en la historia del béisbol colombiano como el día en que la selección nacional se coronó campeona de la 16ª Serie Mundial de Béisbol Amateur, celebrada en las ciudades de Cartagena y Barranquilla.
En aquella jornada inolvidable, el joven lanzador cartagenero Isidro Herrera, con tan solo 19 años, se convirtió en el héroe del equipo al guiar a Colombia a una victoria 4-0 sobre México en el juego decisivo. Con una actuación impecable, Herrera mantuvo a raya a la ofensiva mexicana, asegurando el primer y único título mundial de Colombia en esta competencia.
El campeonato de 1965 representó un momento cumbre para el béisbol colombiano, impulsando el crecimiento del deporte en el país y consolidando a la región Caribe como una cuna de grandes peloteros. Esta hazaña no solo dejó un legado imborrable en la historia deportiva nacional, sino que también inspiró a futuras generaciones de beisbolistas colombianos.
Hoy, 60 años después, el recuerdo de aquel glorioso triunfo sigue vivo en la memoria de los amantes del béisbol en Colombia.
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