Petrona Martínez: la gran homenajeada en la version XI del Festival Voces del Jazz y del Caribe



Petrona Martínez Villa, conocida como “La Reina del Bullerengue”, es una destacada cantautora afrocolombiana nacida el 27 de enero de 1939 en San Cayetano, Bolívar. Su música, el bullerengue, es una expresión tradicional del Caribe colombiano, especialmente de las comunidades afrodescendientes.

Desde los años 90, Petrona ha sido reconocida internacionalmente por su talento y ha llevado el bullerengue a escenarios globales. Ha sido nominada tres veces a los premios Grammy Latinos y ganó en 2021 con su álbum "Ancestras".

A lo largo de su carrera, Petrona ha recibido numerosos reconocimientos, incluyendo el Premio Nacional Vida y Obra del Ministerio de Cultura de Colombia. A pesar de su retiro de los escenarios, sigue siendo una figura influyente en la música tradicional colombiana.

Ella proviene de una familia de cantadoras –como la gran Orfelina Martínez (abuela), y Carmen Silva (bisabuela)–, además de decimeros y bailadores como su padre Cayetano Martínez Pimentel y su tío Pellito Valdez, quien fuera jefe de la Danza de Negros Libertos de la región. Oriundo de Evitar (Bolívar), “Cayeto”, como le decían a su padre. Viene del linaje de un frondoso árbol donde se prendían en fama popular: la gran Estebana Martínez, Abraham Herrera Pacheco, Ascanio Pimentel, la matrona Juana García Blanquiset, y sus hijas cantadoras Emilia Herrera y Martha Herrera quienes hicieron parte de la industria musical naciente del caribe colombiano.

Sus inicios en la música fueron sensacionales y poco comunes, en una entrevista decía doña Petrona constantemente “Nunca quise ser una mujer famosa”. Odiaba la calle, la muchedumbre, las entrevistas, la preguntadera, los hombres bebiendo, la jarana, el borrullo. Siempre quiso estar en los lugares campestres con su marido Enrique Llerena, trabajando de corral en corral, y de finca en finca. Fue feliz en el monte lavando en los arroyos, criando animales, recogiendo arroz, haciendo dulces, empalmando techos de ranchos y colocando cercas. Siempre quiso vivir así, apartada de la muchedumbre y criando a sus hijos. Pero con el destino no se puede pelear, porque mientras ella más se escondía de la gente, la gente más la buscaba para hacerle visitas interminables.

A su casa llegaban los compadres, las comadres, los amigos de sus padres, sus familiares, los músicos, los tamboreros, y de pronto, coincidiendo con alguna fecha especial, se alegraban los tambores y los amigos prendidos de ron obligaban a la cuidandera de finca, campesina, y criadora de animales, a que se entonara esos bullerengues de vieja data que cantaban sus abuelas, tías y su papá en su pueblo natal. De ahí fue naciendo el hilito conductor de todo este proceso musical que se dio a conocer en público.

Para sorpresa de los vecinos que nunca la habían escuchado cantar, lo hizo durante una fiesta navideña de 1984 en San Marcos de Malagana. Esa noche reventó un dique que le taponaba su corazón y sus entrañas. Ella recuerda que esa noche cantó y cantó; de su mente le brotaban letras en diferentes tonadas que no pararon. Luego, organizó su primer grupo musical con los primos que la visitaban y su hijo, Luis Enrique Díaz Martínez. Esta agrupación musical empezó a practicar en la vereda de Palenquito, a la entrada de San Basilio de Palenque.


Ahora bien, Petrona Martínez tiene varias canciones que han dejado una huella significativa en la música tradicional colombiana. Algunas de sus canciones más conocidas incluyen:

“El Hueso” - Una de sus canciones más emblemáticas, conocida por su ritmo contagioso y su letra tradicional.

“La Vida Vale la Pena” - Esta canción destaca por su mensaje positivo y su vibrante interpretación.

“Las Penas Alegres” - Un bullerengue chalupiao que ha sido muy popular y muestra la esencia de su estilo musical.

“Un Niño que Llora en los Montes de María” - Una canción que refleja las raíces y la cultura de su región.

“Tierra Santa” - Es un homenaje a sus ancestros y a la cultura afrocolombiana, destacando la importancia de mantener vivas las tradiciones y la identidad cultural.

Estas canciones no solo han sido populares en Colombia, sino que también han llevado el bullerengue a audiencias internacionales, consolidando a Petrona Martínez como una figura clave en la preservación y promoción de esta tradición musical.

Y es que precisamente por historias como estas y con el objetivo de ampliar su impacto cultural y promover la diversidad musical del Caribe colombiano, el festival Voces del Jazz y del Caribe, en su undécima edición, rendirá un emotivo homenaje a la reina del bullerengue, Petrona Martínez. Este tributo busca reconocer y celebrar la invaluable contribución de Martínez a la música y la cultura del Caribe colombiano, así como preservar y difundir su legado para las generaciones futuras.

Este evento, nacido en 2010, ha emergido como un faro de la rica tradición musical del Caribe colombiano y su conexión profunda con África y los sonidos del mundo, atrayendo a miles de visitantes de todo el planeta en cada versión.

Esta versión promete ser emotiva y muy especial, porque además del homenaje que se rendirá a Petrona Martínez quien por sus más de 85 años de edad ya no se presenta en los escenarios, estará representada por sus hijos que crearon la agrupación Herederos de Petrona.

Los Herederos de Petrona Martínez es una agrupación musical formada por los hijos y nietos de Petrona, con el objetivo de continuar y preservar el legado de la "Reina del Bullerengue". Este grupo interpreta las canciones tradicionales de Petrona y también crea nuevas composiciones dentro del género del bullerengue.

Los Herederos de Petrona Martínez están liderados por Joselina Martínez, hija de Petrona, quien ha sido una figura clave en la transmisión de esta tradición musical. Otros miembros incluyen a José Pacheco Llerena, Rafael Llerena, Danilo Hurtado, Moisés Jiménez Llerena y Olinda Esther Llerena Martínez. Juntos, han realizado presentaciones en diversos escenarios y festivales, tanto en Colombia como en el extranjero, y hoy por hoy lo harán en esta edición del festival Voces del Jazz y del Caribe.


Rendirle un homenaje a Petrona Martínez es esencial para preservar y celebrar la rica herencia cultural de Colombia. Su contribución al bullerengue y a la música tradicional ha sido invaluable, no solo por mantener viva esta tradición, sino también por llevarla a un escenario global. Reconocer su legado inspira a nuevas generaciones, visibiliza la cultura afrocolombiana y fortalece la identidad cultural del país. En resumen, homenajear a Petrona Martínez es una forma de honrar su talento, su impacto social y su papel como embajadora de la cultura colombiana.


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